*

7Boom Tarde

Mentiras terribles que nos enseñó “The Notebook” y que nos creímos

Mentiras terribles que nos enseñó “The Notebook” y que nos creímos

Si se trata del cine romántico, debemos mencionar casi de manera obligada a ese diario de una pasión que protagonizaron Rachel McAdams y Ryan Gosling. Y aunque en teoría no somos tan tantos, caímos redonditos en una serie de mentiras que la película nos planteó y que distan bastante de la realidad romántica que nos encantaría tener.

¿Noah?… ¿really?

Para empezar, ¿qué hombre hecho y derecho se llama Noah? Noah es un perfume, Noah es la perrita de tu vecina, pero, por favor, el hombre de tu vida no puede llamarse Noah. No hay concordancia entre el hombre que vemos en la pantalla y ese ridículo nombre más digno de película de Disney. Partiendo de esta base, el mejor consejo es que si tiene nombre de chica o de perfume, no es de fiar.

Esperando que es gerundio

No te confundas. Lo de esperar no es la cosa habitual, o al menos en los tiempos que corren. ¿O te imaginas conociendo a alguien una noche, perder el contacto después de una breve historia de amor, y décadas después, con tu vida rehecha y otro amor bajo tus sábanas encontrarle, sin una arruga, ni una cana, y con una pedazo de mansión detrás, una pedazo de mansión que prometió construirte mientras bailaban al ritmo de “dame más gasolina”? Piénsalo y reflexiona; ¿te lo imaginas? Ten en cuenta lo caro que está el ladrillo hoy en día, eso es fundamental.

La hipotenusa de dos catetos

Es relativamente fácil conocer a un hombre que esté bueno, pero eso de verte en medio de un triángulo amoroso con dos pedazo de hombres no suele ser habitual. No se engañen, solo pasa en esta película, y en el 70% de las comedias románticas, pero es mejor saberlo ya. Duele saberlo, pero he aquí el gran error. Sabes eso de más vale pájaro en mano que ciento volando, pues aplíquense el cuento, porque aquí a veces ni vuelan esos “pájaros”, así que en cuanto tengas uno en la mano…

La tecnología todo lo cambia

Y para ir terminando, la clave de todo. Hoy esto es absolutamente impensable porque existe Whatsapp. Eso es, queridos amigos. Noah no habría escrito 365 cartas; probablemente habría escrito un “hola, guapa”, y al 45 mensaje ñoño Allie lo habría bloqueado, y adiós muy buenas. Porque tampoco habría leído el periódico, estaría en la app del celular y la foto de la casa no le habría cargado bien. Así que reeencuentro a la basura.

About Author

SA