¿Pasas de la treintena y te apenas por dentro cuando alguien te pregunta por tus hobbies y no sabes si confesar que aún pasas tus horas frente a una consola o la computadora? No te preocupes, hoy te sacamos de estas catacumbas del ocio.
Porque los videojuegos son una forma de ocio casero como otra cualquiera y por supuesto nunca es plenamente sustitutiva de otra. Y sí, tiene ciertos beneficios.
Socializar sin querer
Vivimos buenos tiempos para los modos online e interactuar a través de estos nos permite conocer a otras personas y trabajar en equipo.
Jaque mate antigamers
Toda la vida pensando que los videojuegos eran para disfrutar en soledad. Pero aún hay más y es que esto de los videojuegos también te puede permitir conectar con generaciones distintas.
¿Quién no tiene un primo pequeño o sobrino que está loco por los videojuegos?
Ser el tío gamer te convertirá en su favorito en pocos segundos.
Y sí, librémonos de prejuicios
Hay un par de generaciones que han crecido al abrigo de las videoconsolas y han formado parte de nuestro ocio en la adolescencia, así que, ¿por qué debemos prescindir de ellas ahora?
Los nuevos modos de juego
Las nuevas historias han hecho que el +18 sea más importante que nunca y es que existe todo un nicho de ocio hacia esa franja llamada treintaytantos que sigue requiriendo de estos mundos.
Entonces, ¿por qué renunciar a un entretenimiento divertido y placentero de manera ocasional? ¿A quién hace mal que eches una horita a la consola en vez de hacerlo en un bar? Eso sí, siempre con moderación.