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Interpol anoche se ganó una vez más nuestros corazones

Interpol anoche se ganó una vez más nuestros corazones

Minutos después de las 21:30 horas el Pepsi Center de la CDMX se inundó en gritos, aunque muchos estaban ahí desde las 7:00 esperando que aparecieran 5 lánguidas siluetas vestidas de negro ocultas en un halo de misterio sobre un fondo de luz roja para arrancar el primer concierto que darán en nuestra ciudad para celebrar los 15 años del primer álbum de Interpol, el grito de las dos mil personas que nos encontrábamos ahí iluminó la sala.

Tal como esperábamos, el primer acorde de “Untitled” abrió la noche, todos sabíamos que el disco Turn On The Bright Lights sería tocado en orden y al aparecer el primer acorde mi mente se inundó de flashbacks con todas las veces que ese disco me acompañó, las veces que sonó de fondo mientras hacía el amor, las depresiones en las que me acompañó, y las cervezas que musicalizó. Al comenzar “Obstacule 1” mi mente vacilaba si viviremos todos los que estábamos anoche en el Pepsi Center, otros 15 años más.

La pregunta no era lo importante, la celebración hizo que para “NYC” todos cantáramos al unísono con Paul Banks, llenos de nostalgia por esos amores que se nos han ido, mientras este disco nos ha acompañado, Daniel Kessler prefiere darle la espalda al público.

La banda ha cambiado dos veces de baterista desde que salió Turn On The Bright Lights, pero eso es una nimiedad, el sentimiento de unión, nostalgia y todos esos fantasmas que nos llevan a lo más bajo del iceberg freudiano son el motor que nos llevó a esta fiesta, tenemos menos pelo, mas panza, más discos, más anécdotas pero todos cantamos y nos desgarramos la garganta con “PDA” tal como lo hacíamos hace 15 años.

El minimalismo escénico de Interpol nos recuerda toda la escuela que adoptaron de Bauhaus, Sisters of Mercy, o Joy Division, Paul Banks apenas nos regala unas palabras entre canciones, pero qué importa, la música es lo que nos hipnotiza y juega con nuestras mentes.

“Say Hello to The Angels” pone a brincar a la multitud recordando la vez que casi colapsa un salón del WTC mientras Interpol nos presentaba su disco Antics, “Hands Away” calma a la bestia colectiva y nos introspecta de nuevo nos echamos un clavado en el abismo negro y profundo para ver los recuerdos que encierra ese iceberg del que Freud escribió.

“Obstacule 2” revive la voz de un ente colectivo del que algunos miembros ya se han roto en lágrimas, otros tantos obedecen la sed de Baco para secar sus memorias, cuando suena “Stella Was A Diver and She’s Always Down” descubrimos que el concierto está en su recta final y no queremos que se termine nunca este momento onírico de poca luz, pero mucho sentimiento.

El disco concluye y Paul Banks comparte unas palabras de solidaridad luego de los temblores ocurridos semanas atrás y el encore arranca dando un repaso por el sencillo más fuerte en la discografía de la banda, cerrando la velada con “Evil”.

 

Fotos por: CÉSAR VICUÑA cortesía de Rafa Salinas.

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J Boom

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