Cuanto más rápido reaccionas, menos piensas. Todos sabemos que las decisiones tomadas con prisa nunca son las mejores, por eso te recomendamos tomar cinco minutos de reflexión antes de realizar cualquier estupidez.
Razonar antes de hacer cualquier cosa es importante para prever las consecuencias de tus actos
Los efectos que pueden tener en los demás y las reacciones que pueden despertar.
Del mismo modo, se pueden analizar mejor las situaciones y valorar sus riesgos
El contexto siempre es importante, y a veces hace falta algo de tiempo para comprenderlo del todo.
También te otorga cierta autoridad
La gente impulsiva suele despertar cierto recelo en sus interlocutores; por eso, muchas veces, es mejor darle vueltas a las cosas para demostrar seguridad y convicción.
Hablar sin saber es muy fácil
Del mismo modo, opinar sin criterio es algo que también puede hacer cualquiera. Lo mejor, para abordar cualquier tema, es investigarlo detenidamente y llegar a conclusiones acertadas.
Los impulsos, de los que antes hablábamos, nunca suelen conducir a nada bueno
Normalmente hay opciones mejores que se escapan por no buscarlas del todo.
Dejarse llevar por los sentimientos a veces es malo
No en balde existe un refrán que dice que: “No prometas cuando estés contento, no contestes cuando estés enojado y no decidas cuando estés triste”.
Al razonar y al pensar estás buscando el equilibrio en tu vida
Ya que intentas buscar la mejor manera de hacer las cosas.
Por último, recordemos que pensar es lo que consigue distinguirlos de los animales
El mejor ejercicio para el cerebro es utilizarlo, así que hagamos que funciones en cada una de las decisiones que tomamos.