Se necesita una persona imparcial para hablar sobre este tema; alguien que domine tanto la derecha como la izquierda y no tenga filias ni fobias hacia zurdos o diestros. Alguien que no sienta un odio profundo hacia la parte perdedora de este combate a dos que, como venimos escuchando popularmente desde siempre, lo han ganado los zurdos: la gente que se maneja mejor con la mano izquierda es más inteligente que quien hace uso de la derecha.

Simplemente necesitábamos la confirmación de un estudio, en este caso a cargo de la Universidad de Illinois, para terminar de convencernos del todo y aceptar, por mucho que duela a la parte perdedora, que los zurdos disfrutan de un coeficiente intelectual más potente que los diestros, sobre todo, en materia creativa. Así lo demuestran todos los estudios realizados hasta el momento, incluido el mencionado anteriormente que comenzó a estudiar el caso en 1995 y años más tarde se retomó para ser más rotundo, y es que ya no hay duda al respecto.

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Lo que dice esta investigación es que los zurdos gozan de una mente más divergente, de pensamientos más libres y más desinhibidos con una capacidad espontánea de encontrar soluciones a los problemas, por muy complicados que sean. Esta divergencia se traduce también en creatividad, un rasgo fundamental de las personas inteligentes, así como la inventiva.

El don de palabra o la capacidad de crear sobre la marcha son apuntes de personas mentalmente superiores, actividades desarrolladas por el hemisferio derecho del cerebro, justo el que más desarrollado tienen las personas zurdas, quienes disfrutan de percepciones y ubicaciones espaciales más abiertas que los diestros, como una representación abstracta más detallada de los objetos que el resto.

En resumidas cuentas, ser zurdo rifa. Y si encima te sitúa un pelín por encima del resto, qué más se le puede pedir a la vida.