Porque hay sensaciones que no se pueden describir ni tampoco comprar.
Llegar a casa en invierno y darte un baño con agua caliente. En verano justo al contrario
El olor a pan recién hecho
La felicidad de tu perro cuando te ve
Encontrarte con una persona a la que hace tiempo que no ves
Que suene tu canción favorita en la radio
Pasar un día de risas en familia o con amigos
Un whatsapp de esa persona cuando no te lo esperas
Que te den la enhorabuena por tu trabajo
El sonido de las olas del mar
Ver tu película favorita una vez más
Leer un libro y no querer que se termine
Que se sientan orgullosos de ti
La sensación que se te queda cuando has hecho algo bien
Que tu madre te haga tu comida favorita
Conseguir algo por lo que has luchado mucho tiempo
Que te digan “te quiero” (pero de verdad)
La simple felicidad