Te guste o no, las decisiones son una gran parte de tu vida cotidiana. Cuando la duda, el perfeccionismo y las distracciones se mezclan en el camino, tu mente se nubla y terminas lamentando la elección. Si esto te resulta familiar, no te preocupes. A veces solo tenemos que elegir una opción y sacarle el máximo provecho. En caso de que no se pueda tomar una decisión, aquí hay algunas ideas que pueden hacer el camino más fácil.

No analices en exceso

La mayoría de la gente tiende a pensar demasiado en una situación, incluso si se trata de algo simple que ocurre todos los días. ¿Qué me pongo hoy? En casos como este, no hay realmente una opción incorrecta, por lo que elige la primera opción que pase por tu mente y aprovéchala.

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Automatiza algunas decisiones

Establece horas fijas o días para hacer determinadas actividades, así no perderás tiempo en decidir a qué dedicar tus horas cada día.

Sé optimista

Sea la que sea la opción elegida, sácale el mejor partido.

Aprende de tus errores

Cada mala elección en la vida es resultado de la experiencia y el conocimiento. Podemos avanzar en el conocimiento de lo que no debemos hacer la próxima vez. No te sientas mal por no elegir correctamente. Simplemente decide no hacer lo mismo la próxima vez.

Que tus decisiones resuenen con los objetivos de tu vida

Sé específico acerca de tus sueños y metas. Así cada vez que tengas que tomar una decisión, lo harás de manera que mantengas tus objetivos en mente.

Confía en tus instintos

Muchas personas querrán interferir en lo que piensas. Pero, incluso si te quieren y quieren que tengas éxito, solo tu podrás tomar la decisión correcta.

Ten confianza

Una persona segura se siente cómoda en su piel. Tiene seguridad en sus habilidades. Sabe que tiene lo que se necesita para tener éxito y si fracasa, lo volverá a intentar. Una mayor autoestima ayuda a ser más decisivo.

Sé selectivo

Elige lo que sea importante para ti, lo que haya funcionado en el pasado y lo que te vaya a hacer sentir bien en ese momento.