De la nada, el reloj marca las 5:00 pm y no has avanzado nada. Entre pláticas, cafés y ponerte al día en tus redes sociales has perdido el día y tienes una tonelada de trabajo qué tiene fecha límite.

¿Puedes con ello? La respuesta fácil sería decir que no, pero sí, se puede. Es posible poner manos a la obra aunque sea demasiado tarde y estemos en un mood poco productivo. ¿Cómo? Así:

Hacer una pausa y luego estrategias

Cuando salgas, lleva tu computadora portátil contigo. No, no necesitas trabajar toda la noche en casa. Debes dejar la oficina, tomar un descanso, cenar y relajarte.

Pero antes de que te entres en la noche, toma unos minutos para planificar tu día para mañana. Define cuáles son tus prioridades, qué necesitas abordar primero, qué puedes delegar y qué, si acaso, puede esperar otro día. Establece metas para ti mismo a lo largo del día, para que sepas exactamente lo que quieres lograr y para cuándo.

Con un plan ya hecho, no tendrás que perder el tiempo en la mañana averiguando cómo hacer que el día sea productivo.

Descubre cómo entrar en tu zona productiva

Cuando vuelvas a la oficina al día siguiente, es hora de ponerte serio. Tienes mucho trabajo delante de ti, esencialmente, dos días de tareas que se completarán en un día de trabajo normal (o al menos, tan pronto como sea posible).

Pero después de un día ridículamente improductivo como el de ayer, ¿cómo se puede cambiar de marcha? La respuesta es entrar en tu “modo bestia”. Es cuando estás en la zona, sin ninguna pregunta acerca de si vas a checar Facebook por sólo un segundo (la respuesta es no). Es cuando nadie se atreve a venir y no te molestan porque pueden sentir tu enfoque y determinación.

Sin embargo, la forma en la que te introduces en el modo bestia es diferente para todos, pero podría implicar música, trabajar cerca de un compañero trabajador o crear un plazo para ti.

Encuentra una manera de manejar tu tiempo

Si esto no te sucede a menudo, no te preocupes. Con un poco de esfuerzo adicional, puedes recuperarte fácilmente de un día improductivo.

Pero si encuentras que te estás preguntando dónde fue el día, día tras día, quizás quieras echar un vistazo más de cerca a cómo estás gastando tu tiempo. Considera la posibilidad de crear una planeación de tiempo y auditoría para saber dónde tu tiempo extra va a parar.

Con uno de estos ejercicios simples, puedes ser capaz de identificar exactamente dónde puedes centrarte para volver a la pista de la productividad.