Si eres una persona ansiosa es muy común que lo primero que hagas al despertar es sentir ansiedad (valga la redundancia) por hacer todo lo que ya sabes que tienes que hacer durante el día. Incluso si eres alguien que no padece de ansiedad entonces, ¿por qué te despiertas así?

Estas son algunas razones.

Bebiste mucho alcohol la noche anterior

Y esto es muy común y lo sabes.

La doctora Laura Whitehurst de Ankiety U.K., dijo que tomar mucho puede hacer que una persona ansiosa sufra de pánico por el impacto del alcohol en la sangre. Así que si eres ansioso, emborracharte es aún peor, más si eres de los que le da cruda. ¿Cruda moral? No, es más bien ansiedad.

Eres fumador

El sitio australiano Anxiety Disorders Association of Victoria dice que si fumas, la nicotina durante la noche hará que te despiertes con ansiedad. ¿No les crees? El Huffington Post respaldó ese estudio con que la nicotina puede iniciar ese proceso mientras duermes, es así que cuando despiertas vas a sentirte todo agitado.

Solo ves tu celular

Si te despiertas con la alarma de tu celular es posible que al sonar la apagues y comiences tu día, pero no lo haces como deberías; al contrario. Lo primero que haces es seguir con tu celular en mano y comenzar a ver tus redes sociales, si alguien te mensajeó durante la madrugada o bien, ver los correos de tu trabajo (lo cual es lo peor). ¿Lo mejor? Evítalo a toda costa.

Desorden de ansiedad general

Si al día siguiente tienes una entrevista de trabajo o algo así, es casi lógico que despiertes ansioso por eso, pero si no tienes nada importante que hacer, ¿entonces qué es?

Según el doctor Andrew Weil, es posible que tengas algo más grande como desorden de ansiedad general, el cual hace que te despiertes constantemente con ansiedad. Quienes lo tienen no puedes deshacerse de sus preocupaciones, incluso si se dan cuenta que su ansiedad es más intensa de lo que la situación justifica.

Te preocupas por interacción social incómoda

Si te despiertas y sientes ansiedad por lo que pasó un día antes como algo con un compañero de trabajo, una cita que salió mal o simplemente una situación social inesperada, la solución está en no ser muy duro contigo mismo. Lo que sea que haya pasado tú lo estás haciendo más grande (o sea, peor). Trata de no pensar en ello y comienza tu día de forma fresca… es otro día.