Las relaciones de pareja pueden ser lo más bello del mundo mundial y del universo universal… al menos en los primeros meses. Después de esos ambas partes comienzan a sacar el cobre, y no digas que no es cierto porque bien sabes que sí. Ahora bien, una cosa es darte a conocer como en verdad eres y la otra es aceptar a la otra persona y viceversa, pero si de plano no tienes interés alguno en esa relación entonces ya déjala, pero si sí quieres salvarla después de tus errores y demás, esto te más que te interesa.

Espacio

El mentado y muy famoso “espacio”, ese que le tienes que dar a tu pareja para que no se atosigue de ti. Con esto permitirás que la otra persona pueda hacer cosas sin ti, que se dedique a ella, que se apapache y haga lo que quizá quería hacer desde siempre a solas pero no podría porque no la “dejabas”. Respeta y da un respiro.

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Palabras

Las palabras son muy importantes. Tan pueden remediar cosas como pueden perjudicar muchas relaciones. Si dijiste algo que hiciera que tu pareja se sintiera mal, habla. Todos percibimos las cosas de forma muy distinta así que trata de comprender y hablar.

Elige palabras que concilien y lleven al diálogo, algo como “no quiero que no seas feliz”, etc. Pon atención a lo que te digan.

Acciones

Si comenzaste por las palabras entonces vas bien pero las acciones pueden mejorar todo eso. Puede ser más que un mejor inicio para que las cosas mejores en cualquier tipo de relación.

Empieza por un abrazo, una carta, una cita planeada para darle una sorpresa, o bien enviar algún detalle a su casa de forma inesperada.

Actitud

Hay quienes dicen que todo está en la actitud. ¿Será? Si empiezas por cambiar tu actitud entonces todo se puede modificar, esperando que eso sea para bien, claro.

Evalúa la situación de tu relación y ve cómo es que tu nueva actitud puede ayudar a comenzar a remediar las cosas. Sé consciente.