¿Tienes un amigo mamado de esos a los que les encanta ir al gym y comer atún? Si respondiste que sí, entonces lamentamos decirte que no tienes a nadie. Ese ser humano no es tu amigo, es un conocido.
7 No jala a las pedas
Hay quien sí lo hace, pero una gran mayoría duerme temprano y no se toma ni una cerveza porque arruinaría su crónica planeación de qué ingerir. Qué hueva, un amigo de verdad jala contigo al desmadre.
6 Te da pena en Facebook
Selfies y actualizaciones de donde está. Estados como “No days off” y el “No pain, no gain” son cosa de cada día y qué hueva. Un amigo de verdad comparte memes y vídeos cagados, nada más.
5 Te quieren convertir
Como fanáticos religiosos, intentan que obtengas tu membresía en el gimnasio al que van o que entres a esa clase gratis de CrossFit. Chale, déjenos ser.
4 No son buen número dos
A la hora de ir de ligue, ellos simplemente no sirven. Todo lo han invertido en sus músculos y rutinas, no en tema para una conversación. Si van sobre dos amigas, ten por seguro que perderás a la tuya porque él no pudo con la otra amiga.
3 Se creen superiores
Ok, tienen buen cuerpo; pero nada más. De verdad, saber qué bote de proteína es el mejor, no los hace mejores seres humanos.
2 Todo es gimnasio y vida fit
Ahí están casi todo el día. Su círculo más íntimo de amigos es otro grupo de mamados. Sus ligues, son mujeres con abdomen lleno de cuadros que también saben de botes de proteína.
Aunque tú los quieras cambiar, viven en su mundo y mejor dejarlos ahí.
1 Su maldito atún
¿Tacos, pizza o hamburguesas? No, ellos traen su maldito atún. No son ese compañero dispuesto a poner la mitad para la pizza porque traen su recipiente con atún y espinacas. Ah sí, y apestan.