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Así es como le puedes dar retroalimentación a tu jefe sin morir en el intento

Así es como le puedes dar retroalimentación a tu jefe sin morir en el intento

Puedes estar acostumbrada/o a recibir comentarios con regularidad de tu jefe. Tal vez se reúnen una vez a la semana o una vez al mes, o tal vez tu jefe te envía correos pensativos y constructivos de vez en cuando. Sabes dónde sobresalir, lo que necesita trabajo, y cuáles son tus metas a largo plazo. ¡Y eso es genial!

Pero ¿qué pasa con tus comentarios? ¿Te sientes capacitado para comunicar a tu jefe lo que te va bien y qué no? ¿Deseas el poder plantear suavemente consejos u opciones a tu superior con la única intención de mejorar el trabajo?

Si su flujo de trabajo o niveles de productividad están sufriendo como resultado de problemas de comunicación o la desorganización de tu jefe, hay una manera de ofrecer retroalimentación que le permitirá a ambos hacer sus trabajos mejor a largo plazo. Por supuesto, esta conversación no es sólo acerca de ofrecer pensamientos sobre lo que no funciona; también es mucho acerca de transmitir lo que te gusta y lo que valoras sobre el trabajo de otro, ¡incluso tu jefe! A veces no es ni negativo ni positivo, sino una sugerencia de mejora.

A continuación, dos maneras de hacer que esto suceda.

Proporciona ejemplos concretos

Si tu jefe llama a una reunión y quiere genuinamente saber lo que podría estar haciendo mejor, debes estar preparado con ejemplos concretos para respaldar lo que estás diciendo. El responder vagamente es mal visto, pues a veces puede ser visto como una crítica.

Esto es especialmente cierto si no es tu jefe, sino el jefe de tu jefe, el que pide comentarios sobre tu jefe inmediato. Debdes ofrecer sugerencias reales para un problema del lugar de trabajo. Si tienes una idea de cómo algo podría ser mejor ejecutado, ofrece algo que sea “percibido como útil”, como tiende a ser la mayoría de la retroalimentación orientada a la solución.

Construye confianza con tus palabras

La idea, es construir confianza con tu jefe. Si eres excesivo de alabanzas para tu superior y te niegas a mencionar incluso una cosa minúscula que cambiarías en la forma de trabajo, puedes ser percibido como alguien de poca confianza. La cuestión es que ni siquiera necesitas realmente presentar retroalimentación negativa para llamar la atención de alguien o demostrar que eres un empleado proactivo. Sé honesto, habla con claridad y ubica todo desde una posición profesional.

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