
Las deseamos, pero las odiamos.
El círculo vicioso
Sucede, que si no te has dado cuenta que aún no llegas a tu meta, vuelves a empezar todo el proceso y se vuelve en un círculo vicioso interminable, ya que, según tú piensas no has llegado.
Usar el método cobarde
También, da la tendencia a hacer trampa, van a buscar llegar a su meta a cualquier costo sin importar el método que realicen o sobre quien tienen que pasar encima.
La trampa mental
Cuando das a conocer tus metas sientes la presión por cumplirla, algunas personas se hacen lavados cerebrales para pensar que sí llegaron a su meta, cuando obviamente no.
¿La solución?
Es hacer corte cada cierto tiempo de tus metas, porque si, por ejemplo, tu meta fue conseguir amor, cierta cantidad de dinero o lo que sea, y, lo pierdes, empiezas a pensar que no sirvió para nada todo tu esfuerzo.
Sin embargo, si te pones una meta, haces corte y luego pones una nueva, sentirás el éxito de tu proceso y no hacerlo de nuevo.