Todos conocemos a alguien con un exceso de amor propio. Hacen cosas que no nos deberían afectar a los demás, pero que tristemente sí lo hacen.
Poner fotos de si mismos como fondo en su celular
Está bien, te gusta cómo eres; ¿pero es necesario verte a ti mismo cada que desbloqueas tu teléfono?
Exceso de selfies y publicaciones
Tu vida es genial, pero no encontramos la razón para que publiques selfies y actualizaciones de qué estás haciendo en ese momento.
Poner frases motivadoras en pies de fotos o estados
No, no logras motivar a nadie si en una foto escribes como pie “siempre confía en tu instinto.”
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Querer cambiar a todo el mundo
No porque hayas descubierto que el crossfit en combinación con una buena dieta haga cambios, debes hacer que todos tengan los mismos cambios.
Comentarios egocéntricos
No, no eres el centro del universo. Deja de compararte.
Decir que tú lo harías mejor
A lo mejor eres bueno, pero a nadie le interesa cómo lo harías.
Dar consejos
Este punto es el gran complemento de todos los anteriores. El que se ama a si mismo en demasía, considera su opinión como algo muy importante y se da la oportunidad de llenar a los demás de consejos que nadie necesita.