Las malas historias de Tinder van más allá de encontrar algún acosador, un perfil falso, una mala conversación o gente con terribles fotografías. Estas situaciones son la muestra.

La brusca aparición de tu ex

Estás ahí, con cierta tranquilidad deslizando tu dedo por la pantalla de tu celular. Personas altamente atractivas y otras que con claridad no lo son.

Brutalmente, aparece una foto de tu ex pareja y las cosas se ponen incómodas. Si te apareció, es muy posible que tú ya le hayas aparecido. ¿Qué pasa si le das al corazoncito y hacen match? Mejor no arriesgarse.

La adivinanza sin final feliz

Fotos grupales en las que debes adivinar a quien le vas a regalar tu corazón. Vas foto por foto hasta que encuentras una en la que la terrible respuesta se hace presente.

La persona menos indicada de esas fotos grupales, a esa le ibas a regalar un like.

El “Sí” accidental

Si se hace match, se puede borrar el error al eliminar ese match. De cualquier forma, es una mancha en tu historial y un recordatorio de que debes poner más atención.

La salvaje aparición de un familiar

Lo menos que quieres en encontrarte ahí a tu hermano, una prima o hasta alguno de tus padres. Un minuto de silencio por aquellos que lo han vivido.

Cuando no entiendes qué hacen ahí

Este caso se da mayormente en perfiles de mujeres, que no creemos que haya hombres que abran Tinder sólo para ver qué hay y rechazar mujeres que se fijen en ellos.

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La cosa es sencilla. Abres su perfil, lees su descripción y tienen cosas como: “no me interesa conocer gente por aquí…” “si sólo quieres tener sexo mejor no me des like.” o “estoy en una relación.” Chale.

El “No” accidental

Aquellos(as) que pagan por el servicio “plus” de Tinder, no saben lo que es sufrir al darle por equivocación a una persona que sí te llamaba la atención.

En la mayoría de las ocasiones se da por traer una racha negativa que te hace arruinar tu situación amorosa por un estúpido impulso.

El encuentro con el amor de tu vida

Amor a primera vista. La fotografía te atrapó, la descripción te enamoró y no dudaste en darle al corazoncito.

Pasaron los días y los años, pero ese corazoncito nunca fue correspondido. Todas tus esperanzas de que hicieran match, mueren tarde o temprano.