Nos tachan de mujeriegos, de seres humanos sin corazón, de poco románticos y de otras tantas cosas horribles que no somos en realidad. Bueno, al menos no la mayoría.

Cuando una mujer nos gusta de verdad, esto es lo que pasa.

7 El amor a primera vista sí existe

Eso de que los hombres somos visuales, se cumple a la perfección en este punto. Sólo unos segundos son necesarios para enamorarte y clavarte con una mujer.

Y no es cualquier cosa común a lo que no le damos importancia, uno sabe cuando el amor ha llegado a través de la vista y no algo pasajero.

6 Tu cerebro maneja una baraja de posibilidades

Creas en tu cabeza una serie de planes perfectos de cómo te gustaría abordar a esa mujer y dar el primer paso. Lamentablemente, sabes que ninguna funcionará y no puedes usarlos por más que quisieras.

5 Simplemente no puedes

Por más seguridad que exista, por más valentía que se tenga y por más valor que se reúna, es prácticamente imposible. Las mujeres tienen el súper poder de quitarnos la seguridad si es que nos encantan.

Aquel que diga que siempre es seguro, está mintiendo o es alguien que no ha conocido el amor y a diario va “de cacería”.

4 Reúnes algo de valor con tus amigos

En los amigos encuentras un apoyo incondicional para agarrar valor y dar el primer paso con esa mujer. Ya sea que te echen porras de lejitos, te ayuden con el guión o creando toda una circunstancia para la ocasión.

3 Te decides y vas

Con miedo y hasta es posible que temblando, pero nos atrevemos. Eso sí, nada sale como estaba planeado.

2 Haces/dices algo estúpido de lo que aún te arrepientes

El cerebro del hombre no es capaz de conectar que está frente a una mujer y que el lado estúpido no debe salir. Por eso, comete algún acto estúpido que aún es motivo de burlas y arrepentimiento. No importando si fue hace 20 años.

1 Y llegó para quedarse

No importando si no le interesaste en lo absoluto, si no lograste identificar si te dio señales positivas, si te rechazó de manera instantánea, si aceptó salir contigo o si ya estás casado con ella; si te encantó, ahí va a estar siempre. Por lo que fue, pudo ser o es.