Hoy suenan los Dwayne Johnson, Vin Diesel… pero en los ochenta los nombres de actores como Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Mel Gibson y Bruce Willis, eran la referencia de explosiones y trancazos. Ellos hicieron que esta década fuera grande para el cine de acción. Millennials… ahora sí, aprendan.
Robocop
Un policía común y corriente de Estados Unidos, arriesga su vida para atrapar a unos maleantes, y justo cuando está a punto de hacerlo, los malandrines lo apañan y lo torturan. Gracias a ellos, indirectamente, surge Robocop, un policía mitad robot y mitad ser humano, que acaba con toda la delincuencia de Detroit.
Terminator
Estaba entre elegir esta película u otras dos más protagonizadas también por Schwarzenegger, Commando y Predator, pero para que esas pudieran existir con ese icono de acción, tuvo que existir Terminator, la cual fue la catapulta para que este actor de origen austriaco la hiciera en grande en Hollywood.
Ni siquiera se tuvo que aprender diálogos, sólo actuar como un ser malévolo y asesino. Así de fácil es armarla en el cine gringo. Ah, claro… con muchas explosiones a tu alrededor y listo.
First Blood (Rambo)
No sabía si poner esta peli o su secuela, pero indudablemente esta fue la que estableció el carácter y perfil de John Rambo, quien tiene bien guardados los trastornos de la guerra hasta que un shérif manchado de un pequeño pueblo de Estados Unidos, lo discrimina por verse “vago”. Literal. Eso hace que lo peor de Rambo despierte y enfrente a la ley.
Para muchos es sólo una gran película de acción; otros creen que en sí es una cinta navideña porque todos sus acontecimientos suceden durante la víspera de Navidad. Como sea, Bruce Willis saltó de aquí a la alberca de blockbusters de balazos, secuestros, explosiones, rescates, etcétera.
En definitiva nada como esta primera entrega de Die Hard donde McClane tiene que salvar el día.
Lethal Weapon
Otra franquicia en la que Mel Gibson destacó y la que, junto a Mad Max, llevó a triunfar en Hollywood.
Un par de policías, muy amigos entre sí (de esos que casi casi son familia), siguen a distintos maleantes que siempre quieren hacer de las suyas. Sí, como ven la trama no es mucha cosa, pero la acción es la que vale la pena. Por eso es una de las mejores de los 80.
