Tras sufrir un secuestro exprés a bordo de un Uber, un estudiante de economía a intentado pedir apoyo a la empresa de la app sin obtener éxito.
El estudiante de economía salió con sus amigos a un bar de la colonia Condesa donde estuvieron hasta las 3 de la mañana. Para volver a casa, como todos, pidió un Uber. Los primeros dos conductores cancelaron el viaje. Cuando solicitó una tercera unidad, el conductor llegó enseguida. Después de unos minutos de viaje, escuchó un golpe, se abrieron las puertas del carro y un asaltante que ocupaba el lugar del copiloto lo amenazó con una pistola.
Lo pasearon por la ciudad, le exigieron los números de sus tarjetas de crédito y la clave para desbloquear su celular. Posteriormente lo dejaron bajar del Uber cerca del Metro Observatorio.
Deambuló entre las calles hasta que llegó a una gasolinera. El empleado le dijo que no podía ayudarlo, pero que había un botón de pánico en el poste al cual respondía la policía. Cuando llegaron los oficiales, le advirtieron que su caso no procedería porque no recordaba las placas del auto en el que lo secuestraron. Además no podían llevarlo a su casa porque se ubicaba fuera de su jurisdicción por lo que solo lo llevaron en su patrulla al metro y le dieron 10 pesos para que pudiera comprar un boleto. Tuvo que esperar a que abriera el servicio de transporte colectivo y en el camino pidió prestado un teléfono para comunicarse con su mamá.
Cuando regresó a casa, canceló su cuentas y sus tarjetas, además contactó a Uber y solicitó a la empresa los datos del conductor. Desde el secuestro exprés ha intercambiado al menos 10 correos con el área de soporte de Uber sin ningún tipo de éxito.
Considera probable que el conductor de Uber estuviera involucrado, pues canceló el viaje justo cuando lo liberaron, según la factura que recibió del viaje. Además nunca lo amenazaron, lo golpearon o le dieron indicaciones. Recuerda que él manejaba con toda tranquilidad como si supiera a donde dirigirse.
Las empresas Uber, Easy Taxi y Cabify han sido multadas por la Procuraduría Federal del Consumidor al ofrecer publicidad falsa en donde garantizan seguridad en su servicio, pero se deslinda de los delitos cometidos por conductores o dentro de las unidades. Además no cuentan con servicio de atención ni medio de contacto directo para atender a los usuarios.
