Constantemente le damos mucho peso y valor a la opinión de los demás, cuando en realidad no debería importarnos en lo absoluto.
Estamos aquí para ser felices nosotros mismos, ¿por qué arruinarlo?
Constantemente le damos mucho peso y valor a la opinión de los demás, cuando en realidad no debería importarnos en lo absoluto.
Estamos aquí para ser felices nosotros mismos, ¿por qué arruinarlo?