Una empresa sin manual es como pizza sin queso, así de fácil. Y es que a menudo nos olvidamos de que una compañía existe para hacer negocios y por ende tener clientes, pero sin estos últimos no hay ingreso. Si alguien quiere saber de ti como empresa entonces un primer acercamiento puede ser un manual o bien uno interno, ese que sirva para los mismos empleados. Esto puede solucionar, aunque no lo creas, muchos problemas externos y sobre todo internos.

La creación de manuales de operación o de información de la empresa son meras estrategias para retener conocimiento en el empleado o cliente. No dejemos de lado que una compañía se forma de personas, y si estas son talentosas (que por lo general así pasa) entonces siempre buscan revolucionar y hacer evolucionar en donde trabajan, y cuando esta institución se vuelve líder en el campo entonces se originan más empleos y su propia economía aumenta.

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Así que si estás por formar tu nueva empresa tu manual necesita hacerse con base en un plan de negocios que hayas hecho y que a la vez pueda modificarse en pro de mejorar. También debes crear puestos de trabajo pensando en la gente nuevas a contratar, actualizarte anualmente, documentar todos tus procesos comerciales, administrativos y operativos, etc.

Pero si estás por entrar a una empresa de mayor alcance y envergadura, entonces debes revisar o en su defecto, elaborar un nuevo manual con el plan de negocios con el que la compañía ya debe contar. Registrar cuáles fueron los nuevos puestos que se crearon en el año en curso, informar sobre los resultados del año, promover el trabajo en equipo y compartir qué es lo que hicieron que tuvo éxito, etc.

Sé que eso de los manuales suena aburrido y a cliché pero es una herramienta que hará que tu empresa crezca y que tenga éxito en el rubro en el que se desempeñe.