El que una persona trabaje en tu oficina no quiere decir que no padezca algún desorden mental, depresión o cualquier otra cosa que pueda afectar su desempeño laboral. La economía ha sufrido por esto pues tan solo en 2010 hubo un impacto de dos mil 500 billones de dólares.

Según dio a conocer el Informe global de riesgos en este año, hay 700 millones de personas en todo el mundo que padecen estas enfermedades.

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Ena Torres, directora de Recursos humanos de Zurich México, señaló que es de vital importancia que las compañías y empresas de este países desarrollen programas que se centralicen en la salud mental de sus empleados, pues de nos er así formarían parte de la estadística de ese impacto económico global que las enfermedades mentales ocasionan.

La aseguradora Flex Work ya tiene un plan que se adapta a este tipo de situaciones. Quienes padecen estos desórdenes eligen dónde, cuándo y cómo trabajar en cuanto a su productividad y rendimientos, además de poder aportar a que más gente se una a impulsar la compañía y a aumentar el potencial.