Esto tiene la culpa de que tu chamba la acabes más tarde en home office, o bien que no lo hagas de forma fluida como te gustaría.

Ahora que mucha gente se encuentra en sus casas por esto del COVID-19 y trabajando remotamente, es decir en home office, la productividad puede variar, y no es algo que hagamos a propósito si no que simplemente pasa, pues todo lo que nos rodea no es un ambiente de trabajo si no todo lo contrario.

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Por eso es que esto tiene toda la culpa de no tenerte al máximo o con la productividad que desearías tener.

Procrastinación

Uff, qué difícil es no procrastinar. En seiro… ¿cómo se evita? Esto es aplazar la chamba. De hecho te puedes poner a trabajar en otras cosas como pintar la pared de tu casa, sacar a tu perro a pasear, etc. ¿Cómo evitarlo? Simple… concéntrate y listo (se dice fácil pero requiere de buena voluntad).

Concentración

Ruido de la calle (aunque ahorita no haya nadie), el celular, la comida en la cocina, etc. Todo eso hace que no puedas concentrarte pues es fácil no enfocarte en lo que debes hacer.

Trabajar más de 8 horas

Si bien tu horario godín es de 8 horas, hacer home office a veces te lleva a trabajar más tiempo, no respetas horarios. Y es que hacer ejercicio o aventarte horario de comida se pueden extender, por lo que terminas mucho más tarde tus labores.

Depresión y/o soledad

Lamentablemente (o afortunadamente) la mente es muy poderosa, así que trabajar solo te puede entristecer o hasta deprimirte. Científicamente está comprobado que quienes padecen de depresión bajan su productividad.

Ansiedad

Esto tiene la culpa, y es que en gran parte y sobre todo ahorita, la cuarentena nos está dando demasiada ansiedad. Esto nos lleva al insomnio, a perder concentración y por ende a no rendir adecuadamente. Lo recomendable es que te distraigas con actividades que también te gusten (luego de tu horario de trabajo, o bien cada hora en un break de 15 mins dentro de tu horario laboral).