Si crees que tu jefe en realidad es un mal lider, entonces esto lo confirma.
Suelen fijar metas demasiado elevadas
Sin ser capaces de entender luego que sus empleados no pueden alcanzarlas siempre. No son comprensivos.
Los jefes que siempre se creen que tienen la razón también son malos líderes
En cualquier puesto hay que saber aceptar siempre los errores y apreciar el intercambio de opiniones con el fin de mejorar.
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Un jefe que no sabe encaminarte hacia la dirección correcta o que no te ayude a conseguir tus objetivos es un mal jefe
Lo que hace, en realidad, es cortar tu progresión y acabar con cualquier esperanza de mejora.
Cuando tu jefe no se abre a nuevas ideas es que se trata de alguien que no está dispuesto a arriesgar
Tienen miedo a innovar o a cambiar su manera de trabajar, aunque esta pudiera resultar mucho más efectiva.
Tampoco son buenos los jefes inconsistentes y poco consecuentes
Si prometen a sus empleados cosas que luego no cumplen, lo mejor para todos será que dejen la empresa y se busquen otro trabajo.
Cuando estás al cargo de un grupo de empleados tienes que escuchar siempre sus propuestas, pues nunca sabes si podrías mejorar con ellas
Si, por el contrario, eres un jefe al que no le gusta escuchar, serás un mal líder.
Por último, también encontraremos problemas si tu jefe es una persona difícil de contactar
Ya que cuando tengas dudas a la hora de realizar cualquier obligación, no podrás contar con él para resolverlo.