El 30% de los micronegocios son impulsados por mujeres, sin embargo, el panorama que enfrentan ellas es muy distinto al de los hombres.
Las mexicanas que lideran micronegocios y emprendimientos en el país generan poco más de un tercio de esa economía, pero afrontan retos mucho más complejos que los hombres.
De acuerdo con las cifras del Censo Económico 2019, del INEGI, las mujeres son propietarias de 36.6% de las MiPymes.
De ese total, 99% de las empresas se refieren a micronegocios, lo cual quiere decir que las mexicanas, aunque sean entusiastas emprendedoras, siguen teniendo un impacto limitado en la economía del país, aún como dueñas de negocios.
“Las mujeres enfrentan retos particulares y desventajas importantes como dueñas de negocios: primero, mantienen roles tradicionales en familia, lo que les exige mayor flexibilidad; y segundo, son menos propensas a riesgos, por lo que prefieren crecer de manera orgánica y acceden de forma mucho más limitada a financiamiento.
“Esa combinación las deja en clara desventaja con respecto a los hombres y, por tanto, en la mayoría de los casos deciden emprender en áreas que les permiten una combinación “confiable”, como comercio y servicios, usando sus propios medios y habilidades”, dice Humberto González, cofundador de abierTTo, emprendimiento social que abre su plataforma para que micronegocios y emprendimientos se sumen al entorno digital sin invertir.
En México, solo 13 de cada 100 establecimientos (locales comerciales o micronegocios) tuvieron acceso al crédito, de acuerdo con el INEGI, por lo cual, la gran mayoría de estos emprendimientos sobrevive muchas veces en la informalidad (tendencia que es común en toda Latinoamérica.
Sin embargo, las mujeres suelen ser las mejores empleadoras de otras mujeres en la economía micro: contratan a dos mujeres por cada hombre.
“El sector femenino es un motor de desarrollo fundamental rumbo a la economía post-covid, y lo ha demostrado el perfil con el que predominan como empleadoras y líderes de empresas: incrementan la rentabilidad en los negocios que lideran, apuestan por la innovación y generan un mayor entorno de inclusión que los hombres”, asegura José Luis Flores, también cofundador de la plataforma.
Para los creadores de abierTTo, el entorno laboral actual debe ampliar las posibilidades de emprendimiento para las mujeres rumbo a la nueva realidad, con apoyo en las herramientas tecnológicas.
“Las aplicaciones que generan autoempleo o trabajo colaborativo deben crear esquemas pensados en los diferentes contextos que viven las mujeres en países como el nuestro, así como impulsar la capacitación constante para el desarrollo de nuevas habilidades y promover la apertura para que sus ideas de negocios se desarrollen en el entorno digital”, precisa González.
Si bien los micronegocios, que representan cerca de 95% de las unidades productivas del país, son el ancla de la economía y el empleo, el sector femenino dentro de esa fuerza de trabajo podría competir en condiciones más favorables.
Lo anterior generaría un efecto en cascada que impactaría en nuevos emprendimientos, mayores oportunidades de trabajo inclusivo y más negocios con capacidad de escalar.
“Creemos firmemente que el acceso a la tecnología puede ser ese puente que ayude a más mujeres a competir con condiciones más parejas. Mientras más confortables se sientan usándola, podrán crecer sin necesidad de cambios radicales en su estilo de vida, como madres, parejas o emprendedoras”, concluye Flores.
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