Quizá tu chamba ya te hartó y ya te diste cuenta pero no porque sea tediosa si no porque es tóxica y eso aún no lo habías percibido.

Tu empleo tiene días malos pero eso pasa en todos lados y hasta en las mejores familias (LOL). Pero si a diario te enfrentas a mucho estrés, no te sientes valorado y por lo general acabas de malas porque ya no disfrutas hacer tu trabajo en ese ambiente, ya estás en un escenario de total toxicidad.

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Eso puede llevarte a tener problemas de salud pero también mentales. Eso puede llevarte a tener más ansiedad y a la postre depresión.

Quizá tu chamba te ocasiona tus padecimientos actuales y tú ni enterado. Reconoce estas señales.

No toman en cuenta tus opiniones o comentarios

Cuando tus jefes y compañeros no consideran escuchar siquiera tus opiniones y encima de eso las devalúan, no te están dando tu lugar como alguien más que forma parte del equipo. No tienes que pasar por eso.

No tienes apoyo

Cuando no hay apoyo y menos aún que te escuche tu jefe por algo que quieres y tienes que decir, aguas… Cuando tus jefes no tienen supervisión eso se vuelve anarquía pues no vas a tener con quien poder apoyarte. No es sano.

Rotación constante

Cuando el ambiente de trabajo no es sano la gente se empieza a ir y la rotación de personal es constante. Las personas se van no por dinero si no porque no se sienten valoradas, no hay crecimiento profesional. Y si a eso le sumas que algunos jefes despiden a la gente porque no siguen las “reglas”, eso se vuelve un caos.

No hay estructura

Cuando empiezas a notar que hay problemas de comunicación en los procesos de trabajo, cuando ni sabes quién hace qué en la oficina, es porque hay una pésima administración. no hay estructura de por medio y eso afecta a todos. No hay crecimiento ni como empresa.

Mobbing

Cuando te dicen que tu trabajo es malo sin crítica o comentarios constructivos, quieres decir que quieren intimidarte y orillarte a ciertas cosas como a renunciar. No te dejes, y no te pelees… simplemente contesta con argumentos.