El síndrome de ano inquieto es una realidad, y al parecer se da por secuelas de covid-19. Un hospital en Tokio, Japón, detectó el primer caso.
La revista BMC Infectious Diseases, publicó un estudio en donde un hombre de la tercera edad presentó un malestar en la profundidad del ano tras recuperarse de una infección por este nuevo coronavirus.
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Los investigadores reportan que este síndrome podría ser una variante del síndrome de piernas inquietas, secuela que han presentado pacientes por covid-19.
El estudio informa que esto se debe a alteraciones neuronales y sensoriomotoras de esa parte del cuerpo que provocan:
* Cosquilleo
* Hormigueo
* Picazón
* Problemas para evacuar
* Ganas de ir al baño constantemente
Los malestares se disminuyen con la necesidad de caminar o hacer ejercicio, según comentan los científicos.
“Este virus puede propagarse al sistema nervioso central a través de varias rutas potenciales, incluida la diseminación hematógena y la destrucción del bulbo olfatorio. Las manifestaciones neuropsiquiátricas reportadas de COVID-19 han incluido delirio, estados confesionales, olfato disfuncional y sensación del gusto, psicosis aguda, encefalitis y eventos cerebrovasculares agudos durante COVID-19”, indicó el estudio.
Por ahora es el único caso reportado en todo el mundo.
