Tienes cosas más importantes por hacer que el quedarte un buen rato al borde de la cama esperando que alguna fuerza celestial te levante y te lleve al baño. Y ni se diga de esa junta matutina a la que posiblemente llegues tarde por haber pasado un buen rato frente al clóset en búsqueda de alguna señal de vida entre tu ropa.

Esas pequeñas lagunas mañaneras son parte importante de la productividad con la que enfrentarás el día por venir. Así que para que estés preparado/a, te dejamos lo siguiente.

Una noche antes…

Deja las llaves, lentes y cartera en el mismo lugar
Acomodando todo en el mismo lugar la noche anterior, te olvidas del correr cada mañana en búsqueda de ese elemento importante que te falta. Sólo es cuestión de formarte el hábito.

Coloca tu alarma del otro lado del cuarto

No importa si es tu celular, ubicalo lo más lejos de ti. Provoca que tu cuerpo se tenga que levantar para apagar a ese exterminador de ilusiones.

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Prepara tu outfit
Hay algo de tiempo cuando te lavas los dientes cada noche, así que hay espacio para aprovechar y elegir aunque sea de manera visual el outfit del día siguiente.

Toma un vaso de agua

No es algo que estemos inventando, es una realidad. Un vaso de agua cada noche ayuda a hidratar al cuerpo y al cerebro para prepararse ante la dura tarea de levantarse temprano al día siguiente.

En la mañana…

No evites el desayuno

Tras haber entrado en calor después de despertar, es de suma importancia meterle combustible en forma de desayuno a tu cuerpo.  Una inyección de energía que vas a agradecer.

Baño con agua fría

Será difícil los primeros días, pero es una medida necesaria ante la carga que tu cuerpo tiene. Deja el agua caliente para las noches y disfruta de los beneficios del agua fría. Y no, te aseguramos que no te vas a enfermar.