La primera relación no es la mejor, pero es el prólogo de una vida amorosa y una introducción del difícil camino de amar. Por ello, vale la pena rescatar algunos de los aprendizajes.

–> Te pueden decir mil cosas sobre el amor, pero cada historia es única, y la tuya es diferente a todas las que describen en las películas de Hollywood.

–> Comunicar lo que sientes es más difícil de lo que parece, pero solo se puede aprender practicando.

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–> De nada sirve que haya mucha atracción si no tienes nada en común con la otra persona: aficiones, prioridades, temas de conversación…

Sí, él o ella puede ser increíblemente atractivo en el físico, pero después de un tiempo si no sientes afinidad, entonces eso está destinado al fracaso.

–> Opinar diferente nunca debe ser un problema; de hecho, enriquece las conversaciones y la relación.

Cualquiera que te juzgue por eso, no sabe lo que es una relación.

–> Vale la pena reírse de las cosas, y no tomarse todo tan a pecho.

Claro, entre más tranquila la cosa, mejor.

–> Hay vida más allá de tu relación: vale la pena cuidar a los amigos, las aficiones y el tiempo para estar solo.

Quien te prohíba o evite que hagas eso, no vale la pena.

–> La vida sigue, esta nos tenía preparadas experiencias mucho mejores y maravillosas.