Somos ansiosos y queremos trabajo, no queremos escuchar estas frases acompañadas de esa palmadita en la espalda que se siente como martillazos.

7 Nunca se sabe

“Envía tu currículum, atrévete a hablar con Fulanito y a ver si hay suerte”. Y así con muchas escenas cotidianas. Estamos tan acostumbrados al rechazo que nos resbala ese “prueba a ver que pasa”, lo intentamos eh, pero no con demasiado entusiasmo.

6 No todo es el trabajo

Claro que no, ni mucho menos. Que el dinero no da la felicidad es una verdad de las grandes, pero creemos que los padres ya han hecho –y de forma más que excelente—su trabajo. Es hora de darles un merecidísimo descanso, a ellos y a sus ahorros.

5 Deberías poner más de tu parte

Después de enviar cv’s con sus ‘noes’ automáticos, creemos que ya no es algo totalmente nuestro. Nos esforzamos al 100% para que llegue la llamada más bonita del mundo – la del encargado de RR. HH. para decirte que eres el afortunado, tus desvelos se han terminado—así que motivación, mucha.

4 Eres joven aún

Y también algo hipocondríaco podríamos decir, el tiempo pasa a la velocidad de la luz, y no siempre voy a tener esta agilidad y frescura. Así que empresas del mundo, ¡aquí estoy yo y mi juventud a su disposición!

3 Vive más la vida

Y tanto que lo hacemos, pero también tenemos una renta que pagar, después te llega algún gasto improvisto y todo por los aires. Que esté en una situación precaria no quiere decir que no disfrute de esos momentos. Es más, la paso muy bien.

2 Ya llegará tu momento

Pues ya que estás diciendo eso, dime fecha y hora que me voy a poner bien guapo. Esperamos ese gran momento, estamos en pie de guerra para ello, pero no le damos tanta importancia, si tiene que llegar, ya se enterarán.

1 Hay que tener paciencia

Las tenemos y mucho, pero son las ganas de brillar las que nos pueden, porque escogieron a otra persona que seguro será peor que cualquiera de nosotros. La paciencia está acabando con nosotros.