A veces, en primeras citas o en relaciones de poco recorrido puede darse la situación de que la otra persona te produzca repulsión y asco repentino e incomprensiblemente. La ciencia tiene una explicación a esto.
Se llama Sudden Repulsion Syndrome (Síndrome de repulsión repentina) y aunque se dé en relaciones poco duraderas, también puede darse en relaciones largas. Las razones por las que puede pasar son varias.
Idealización
Cuando tenemos en muy alta estima a la otra persona y vemos un pequeño defecto, esta imagen de perfección se rompe y activa una cadena de emociones negativas.
Ajustarse
Al pensar que es “la media naranja” creemos que la otra persona tiene que ajustarse a la perfección a nuestra vida. Cuando difiere en algún aspecto, entran dudas y pensamientos de repulsión.
Compromiso
El SRS también puede aparecer como respuesta de un subconsciente que rechaza el compromiso y “verse atado”. Suele ocurrir con las personas que han tenido relaciones previas duraderas muy malas.
Asertividad
Aunque el SRS es una respuesta inconsciente, las personas con falta de empatía son más dadas a experimentarlo porque son más dadas a no entender y respetar las diferencias de los demás.
Inmadurez
Las personas que valoran más los temas superficiales o estéticos son más dadas a padecer el SRS, pues reducen a la persona a ese aspecto que no cuadra con su ideal perfecto de pareja.
Como dato final, este síndrome puede llegar a producir una especie de amnesia que hace olvidar a la persona qué fue lo que le enamoró de la otra y cómo se sentía entonces al estar con ella.