Viene nuestra banda favorita o alguna que queremos ver a nuestra ciudad, es la semifinal de tu equipo favorito o habrá una súper conferencia a la que quieres ir; y ahí comienza una odisea por conseguir un misero boleto.
Preventa o venta general, para todos es un maldito sufrimiento.
7 Estás motivada/o
Sabes la fecha y la hora en la que los boletos salen. Y te gusta creer que serás la primer persona en entrar al sistema y obtener tus boletos en segundos.
6 Y hasta estás de hablador
Tienes la tarjeta necesaria para acceder a los boletos en preventa. Estuviste de hablador/a y prometiste conseguir los de tus amigos, tías, primos y gente desconocida.
5 Tus expectativas son altas
Se abre la venta y con el conocimiento previo de los precios, te dispones a buscar la mejor ubicación que tu dinero puede comprar. Todo parece pan comido.
4 Primer contacto con el problema
El sistema te dice que está buscando la mejor ubicación y que la espera puede ser mayor a un minuto. No te alteras, ya has pasado por eso y sabes que es cuestión de paciencia.
3 Ya son 20 minutos
Les ha picado a actualizar infinitas veces. Llevas esperando 20 minutos y aún no encuentras tus lugares soñados. Entonces decides bajar un poco tus expectativas, que a lo mejor el lugar que querías ya se llenó.
2 Y ni así
Ya estás buscando de manera desesperada el boleto que sea. Ni en el lugar más feo encuentras un estúpido boleto y ya tienes hora y media buscando en la página.
1 Sufres, y mucho
Mágicamente todos tienen un boleto menos tú. Tus redes sociales están llenas de gente que presume que irán y tú no sabes qué carajo pasó. Otros tampoco fueron afortunados y te unes a sus reclamos contra el sistema y contra los revendedores. Sólo te queda llorar y pedir por que se abra otra fecha o lo cancelen para no sentirte miserable.