Martín Luna, uno de los cerebros detrás de esta bodega boutique, comparte que la filosofía de su marca tiene su origen en los lazos familiares, por lo que uno de sus objetivos principales es evocar y fomentar este tipo de relaciones en aquellas personas que han probado sus botellas.
Además de compartir una experiencia única, Casa Luna también busca fomentar la cultura del vino en México, es por ello que acostumbran participar en concursos como Global Wine, pues no sólo es un deseo de reconocimiento, sino una estrategia para impulsar la cultura del vino en nuestro país.
En palabras de Martín, “cada etiqueta es como un hijo. Tú hablas muy bonito de ella, pero cuando expertos la prueban y le otorgan un reconocimiento, es muy satisfactorio. Además, te ayuda a abrir puertas y respalda la calidad de tu producto con certificaciones de expertos”.
En nuestro país el consumo per cápita es de 1.2 botellas de vino al año, comparado con Europa, donde el consumo es de 42 botellas y con Chile, donde es de 14, la oportunidad de expandir el mercado y posicionar a México en el mapa vinícola internacional es clara.
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