Digan lo que quieran pero hoy en día, ligar, es cero emocionante. En los noventa lo era todo.
Información
Cuando querías saber algo de esa persona que te gustaba, tenías que preguntar a amigos. Hoy toda esa emoción se ha perdido al buscar a esa misma persona en Facebook, Instagram, Twitter, etcétera.
Ponerse en contacto
¿Te acuerdas de esos nervios de llamar a la casa de la que te gustaba? Y cuando te contestaba su papá… ¡Pfffff!
Esa era una forma de demostrar hasta dónde te ibas a arriesgar para que ella te hiciera caso. Hoy ni siquiera te aventuras… sólo le mandas un Whatsapp y ya. Cero emoción.
Salir
Antes te alistabas, te perfumabas, te peinabas y, para coronar todo eso, pasabas por ella en coche y a su casa. Hoy ella espera que no te enteres donde vive para que no la stalkees.
Emocionante
Nada contra Tinder pero con esa aplicación no tienes esa adrenalina de cuando vas a conocer a alguien que es amigo de tu mejor amiga, a quien previamente le dijeron que te iban a presentar con ella y viceversa.
Ah, sí, y me olvidaba… Antes no sabías cómo era físicamente la persona, por lo que prácticamente te la jugabas. Era un volado y, al mismo tiempo, emocionante.
Notas
Y ya que recogías a tu cita en tu casa, checabas tu pequeño cuaderno con las notas de cómo llegar a tu destino. Hoy todo eso quedó atrás porque lo único que haces es tomar Uber.
Qué hacer
Antes lo usual era cenar e ir al cine… así, normal, tranquilo y romántico.
Hoy sólo es encerrarse en casa de tu “cita” y ver Netflix. Ah, sí… ¿y la cena? La piden por internet.