Procrastinar es el enemigo de la productividad y te impide aprovechar todo tu potencial. Dale uso a estas estrategias y conviértete en esa persona que has querido ser.
La regla de los dos minutos
Si estás planificando una acción que tan sólo te tome dos minutos, no lo pienses y solo hazlo. Así evitarás que se te empilen muchas tareas pequeñas.
A paso de bebé
Sí sientes que alguna tarea es abrumadora, dale unos minutos de tu tiempo y después déjalo.
Cuando empiezas a trabajar el miedo se desvanece y tomas un cierto vuelo para terminar el trabajo con mayor facilidad.
Lleva una rutina
Si por lo general siempre tienes el mismo pendiente aburrido aplazado, vuélvelo una rutina, así terminarás haciéndola sin esfuerzo alguno.
Anota tus actividades
Cada día apunta todas las actividades que realizaste y cuánto tiempo te tomó realizar dicha actividad.
Al anotarlo, te haces consiente del tiempo que tardas procrastinando y creas un compromiso interno que te hace ser más responsable.
Aprende a decir que NO
Muchas de las tareas extras que tienes son compromisos que no buscas. Puede que sea momento de abandonar algo que ya no te motive, simplemente déjalo y toma otras actividades.
Da a conocer tus metas
Hacer públicos tus objetivos hacen que sean importantes. Habla de ello con tu familia, amigos o publícalo en tus redes sociales.
Así, te sentirás responsable, comprometido y te costará aplazar el trabajo.