El escritor ruso Vladimir Nabokov lo tenía claro: “un buen lector, un lector de primera, un lector activo y creador, es un buen relector”. Aquí te explicamos por qué y cómo puedes llevarlo a cabo.
Comprender ideas no claras
Releer un libro puede ayudarte a comprender ideas que no te quedaron claras a la primera. Hay libros que necesitan más de una oportunidad.
Para recordar y usar palabras
También te servirá para recordar aquellas palabras que tanto te gustaron en la primera lectura y a volver a ponerlas en contexto. Podrás usarlas de nuevo sin temor a equivocarte.
Puedes encontrarle otro sentido
Hay libros, como Rayuela, que te ayudan a cambiar tu perspectiva con una segunda lectura. En su caso, el libro de Cortázar te permite leerlo en otro orden; pero como él, cualquier obra te mostrará sus detalles conforme la leas una y otra vez.
Aplicar lo aprendido
En las segundas lecturas podrás aplicar las ideas que adquiriste en las primeras. Al fin y al cabo, cuando coges un libro por primera vez partes de cero, y cuando lo vuelves a coger ya tienes ciertos conocimientos que te ayudarán a entenderlo.
No todos la merecen
No obstante, no todos los libros merecen una segunda oportunidad. Dásela a aquellos que te marcaron desde el primer momento o que crees que te puedan ser útiles.