Vivir con mucho vello en cada parte de nuestro cuerpo es como una bendición o maldición, según sea el caso. Cada quien lo ha llevado a su manera, pero si en algo podemos estar de acuerdo; es que todos vivimos esto.
7 Usas una playera aunque no lleves playera
Esa capa de vello sobre tu torso, provee el calor y seguridad que ofrece una playera. Da igual si la traes o no.
6 Esos malditos de la nariz
Les gusta crecer en tamaños demenciales. Vaya sufrimiento el quitarlos.
5 Tienes algún apodo
“Peluche”, “pelos”, “mono”, “chango”, “tío cosa”, “Chewbacca”… en fin.
4 El sudor por todos lados
Un poco de calor y nos derretimos. Somos agua por todos lados.
3 La depilación no es opción
Alguna vez se pensó, pero basta con rasurar alguna parte para ser testigo de la comezón y ardor que no queremos más.
2 Es difícil llevarlo bien
Nunca se sabe cuanto lo debes cortar, cuanto tiempo es bueno dejarlo crecer y cuando hay que desaparecerlo por completo. Tristemente, no somos Hugh Jackman, no siempre se nos ve bien.
1 Crece por todos lados
Si el vello encuentra un espacio entre tus dedos, ahí va a crecer. En el pie, aparecerá por partes. En tu brazo, saldrán de manera espontánea y no dejarán de crecer. En tu espalda, no dejan de salir. En la cabeza, desaparece. Maldita vida.