El cine mexicano que llega a las salas de cine constantemente es criticado por diferentes razones. Por un lado, crítica el hecho de que siempre aparecen los mismos actores de moda. Por el otro, se dice que las historias son iguales y se refugian en la dominada comedia romántica.

Así, las películas mexicanas con horarios estelares en las dos cadenas de cine más importantes del país, han tenido constantes descalabros en la crítica durante el último par de años. Hasta que la Boda nos Separe intenta ir por la misma dirección aunque por una ruta ligeramente diferente, más no desconocida.

Bienvenidos al Project X de México |

La cinta nos presenta a una joven pareja interpretada por Diana Bovio y Gustavo Egelhaaf que tras algunos años como novios, decidieron casarse. Para ello, quieren hacer un video (grabado por el hermano del novio) que muestre el antes, durante y después del acontecimiento.

El primer cliché del cine romántico sale a la vista rápidamente. Así, se plantea que ella es rica y él más bien todo lo contrario. Sin embargo, el amor puede contratado y el sueño -salido de La Sirenita– de María se cumplirá porque su padrastro correrá con todos los gastos.

Toda esta premisa se cuenta a través del ojo del hermano, quien está documentando todo con su cámara. Así que éste saldrá un par de segundos a cuadro, pero por suerte, conoceremos a los papás de ambas familiar. Carismáticos a secas, pero funcionales.

“Papá, nunca me entiendes” |

El eje central de Hasta que la Boda nos Separe gira en torno a que la pareja quiere una boda a la orilla de la playa y organizada por Bobby Roberto Palazuelos en el papel de Roberto Palazuelos. Sin duda (y aunque no lo crean), uno de los elementos más divertidos en los poco más de noventa minutos de la cinta.

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Sin embargo, el papá quiere una boda mucho más modesta y en un salón bastante chafa. Sí, con todo y fondos de playa para tomarse fotos que salen peor que un mal photoshop.

Mucho Adal Ramones |

Justo como en los avances se mostraba, la pareja hará dos bodas para complacer a la familia y a sus interés personales. Por supuesto, si es difícil hacer una, dos será misión titánico y muy atropellado.

En la cruzada, conocemos ligeramente la vida de los protagonistas y se irán agregando personajes nada carismáticos a la historia. Bueno, hasta Adal Ramones aparece en el momento en el que todo está a nada de estallar. Y no, aunque parecía un cameo de menos de un minuto, termina siendo un personaje que roza en el co-protágonico.

Sinceramente, no es nada divertida su participación. Pero, frente al resto de los personajes (sin contar a los papás y Bobby) aporta mucho a la mezcla final.

Hasta que la Boda nos Separe quemó todo en el trailer |

Como si fuera película de acción palomera, Hasta que la Boda nos Separe muestra lo mejor en el trailer. Y es que las partes más divertidas se presentan en los avances. Dejando así, una sensación de que sus 91 minutos de duración le quedaron grandes. Sobretodo en la recta final que se vuelve un disparate sin pies ni cabeza.