Ese momento de la vida en que tienes que despedir a alguien en tu trabajo es una tarea bastante difícil y exigente, a nadie se lo deseo. Pero la prioridad y bienestar de tu empresa es clave para que siga avanzando y teniendo éxito. Por eso es que si tienes la difícil tarea de tenerle que dar las gracias a un empleadx de la oficina, considera estos tres valores.

Productividad

Considera qué tan productivo es tu empleado ¿Logra lo que se le pide? ¿Se queda corto? O mejor aún… ¿sobrepasa la meta que le estableciste en un principio?

Lo mínimo no es suficiente. No puedes tener a alguien que solo hace lo que se le pide sin tener un actitud de productividad de por medio. Hazle saber a tu gente que siempre vas a esperar más de ellos. Eso hará que quieran triunfar.

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Eficiencia

Sí, hacen las cosas que se les pide pero ¿son de verdad eficientes? Si crees que tu empleado te hace la labor imposible en tu propio trabajo, entonces quizá no está trabajando en esforzarse para aprender.

Valores personales

Hay valores personales que cada empleado posee que puede hacer que el trabajo sea divertido e incluso, interesante. Me refiero a esas ideas que de repente te va a dar que están fuera del esquema, pero que sin embargo van a ser de ayuda y van a contribuir a la oficina y a la labor en general.

Considera estos tres puntos anteriores para llegar a una decisión sobre si correr o no a esa persona. Si falta a alguno de esos puntos, es un riesgo mantenerlo en tu plantilla.