Algunas palabras de tu vocabulario diario en los correos están arruinando tu trabajo y es momento de hacer algo al respecto.
Estas tres palabras no sólo te dan mala imagen, también te hacen ver como una persona grosera, desinteresada e irresponsable.
“De hecho”
Resulta que el 99.9% de las veces que utilizas este recurso, estás corrigiendo a una persona y eso a nadie le gusta (y menos si es por correo). Hay formas más amables de aclarar situaciones, como “ya veo”, “tiene sentido”, “gran punto” o “comprensible”.
“Perdón”
Trata de mantenerte alejada/o de decir “perdón” en situaciones que no lo merecen: cuando cometes un pequeño error, cuando expresas tu opinión o cuando alguien señala algo que te perdiste.
En su lugar, ofrece un: “Me disculpo”. Deja el recurso del perdón únicamente cuando haya sido tu intención arruinarlo todo.
“Yo”
No es sólo la palabra “yo” la que debemos evitar. Es todo lo que “yo” representa: estar internamente centrado, en lugar de concentrarse en cómo puedes incluir a las personas con las que interactúas todos los días y que son parte importante del trabajo.
Utiliza alternativas como :”Nosotros, el equipo, nuestra empresa o nuestro departamento”.