Los gatos, compañeros milenarios de los humanos, no solo nos cautivan con sus ronroneos y maullidos, sino que también poseen un sorprendente repertorio de expresiones faciales. Un estudio realizado por las psicólogas conductuales Lauren Scott y Brittany Florkiewicz de la Universidad de California arroja luz sobre la complejidad del lenguaje facial felino.
En un popular café de gatos en Los Ángeles, Scott y Florkiewicz se sumergieron en el fascinante mundo de 53 gatos domésticos. Durante meses, observaron y registraron 194 minutos de interacciones felinas, identificando 276 expresiones faciales distintas que los gatos utilizan para comunicar su estado de ánimo y necesidades.
Contrario a la creencia común de que los gatos son seres misteriosos e impredecibles, el estudio revela que estos felinos tienen un sistema de comunicación sofisticado y altamente desarrollado. Descubrieron que cada expresión facial involucraba la combinación de cuatro de los 26 movimientos faciales únicos de los gatos.
Las expresiones amistosas, que representaban el 45% del total, incluían gestos como labios entreabiertos, mandíbula caída, lamidas de nariz y una posición específica de los bigotes. Estas expresiones no solo eran similares a las expresiones humanas de bienvenida, sino que también compartían similitudes con actitudes amigables de otros animales como perros y monos.
Por otro lado, el 37% de las expresiones fueron reconociblemente agresivas, caracterizadas por pupilas contraídas y labios abiertos. Las restantes expresiones se consideraron ambiguas y se catalogaron como neutrales.
Aunque aún no hay una traducción específica para cada expresión facial felina, los resultados sugieren la existencia de un código de comunicación entre los gatos que va más allá de lo que los humanos perciben. La dirección de las orejas y bigotes durante la interacción amigable, así como la orientación opuesta en situaciones desafiantes, revela patrones predecibles en el lenguaje facial de los gatos.
Este estudio no solo enriquece nuestra comprensión de los felinos, sino que también desafía la idea de que los gatos son criaturas insondables. Aunque la comunicación a través de expresiones faciales aún se encuentra en estudio, se suma a otras formas de interacción, como el movimiento de la cola, el erizado del pelo, los maullidos y ronroneos, el contacto visual y los olores, que contribuyen a descifrar el complejo lenguaje de nuestros amigos felinos. Así, cada mirada, gesto y expresión se convierte en un vínculo más estrecho entre nosotros y estos enigmáticos compañeros.
