¿La lonjita cada vez se hace más grande? ¿Te la vives estresado en tu chamba? Si tus respuestas están vinculadas entonces me temo que tu trabajo no te está ayudando mucho. Un grupo de investigadores afirma que la obesidad va de la mano al estrés crónico que está presente en las oficinas. Ooops.

Así es, la carga de trabajo y tus jefes han aportado a que estés engordando. Pésimo, ¿cierto? Pues el estudio de la Escuela de medicina de la Universidad de Stanford en California, así lo dio a conocer.

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De acuerdo a esta investigación los niveles de glucocorticoides suben y bajan en una persona durante el día gracias a los ritmos circadianos. Pero estas hormonas pueden comenzar a funcionar por algo externo, tal y como el estrés.

¿Cómo es que se llegó a esta conclusión?

Los científicos hicieron pruebas con un grupo de roedores. Hubo ratones a los que se les inyectó glucocorticoides de más, mismos que duplicaron su peso. Así que si tú ves que ya estás gordo no es solo por las comidotas que te das en los tacos de la esquina, si no porque produjiste nuevas células adiposas y encima de eso tus células existentes crecieron más debido al estrés que vives en tu empleo o vida diaria.