Se conoce por sexting el envío de mensajes con alto contenido NSFW, normalmente explícito, a través de los teléfonos móviles. Su práctica es común, pero, ¿es buena o mala para nosotros?
Según un estudio publicado en Scientific American, el 50% de los dueños de un teléfono inteligente ha mandado o recibido, alguna vez, un mensaje con contenido sexual.
Como vemos, la práctica está de moda; pero seguimos sin saber el bien o el mal que puede llegar a hacerle a nuestras relaciones.
Por ejemplo, tal y como determina una investigación publicada en Computers in Human Behavior, hacer sexting con tu pareja estando en una relación seria podría ser negativo, pues puede llegar a provocar dolor emocional.
En otros casos, si se deja claro desde el principio, el sexting podría interpretarse como algo simpático y provocativo, cuyo único objetivo es añadirle un puntito picante a la relación o reinventar viejas técnicas para ligar.
La revista Cosmopolitan llegó a publicar un artículo en el 2013 donde trataba de explicarnos cómo hacer sexting, cuyas normas básicas eran: no mostrar nunca la cara y comenzar a practicarlo después de tener sexo real.
Del mismo modo, otro estudio publicado en la American Psychological Association revelaba que practicar sexting en una relación asentada promovía la salud sexual y aumentaba los niveles de satisfacción. Así, el sexting puede ser entendido como algo divertido y saludable, o como algo estresante y peligroso, dependiendo del contexto de la relación. Como todo, es recomendable hacerlo con alguien de confianza.