A veces nos centramos tanto en los problemas, en la rutina frenética y en las injusticias, que olvidamos lo primordial, olvidamos que estamos vivos. Por suerte, hay cientos de situaciones que te lo recordarán.
A veces nos centramos tanto en los problemas, en la rutina frenética y en las injusticias, que olvidamos lo primordial, olvidamos que estamos vivos. Por suerte, hay cientos de situaciones que te lo recordarán.